Motivación escolar
Hoy vengo con uno de los temas que más preocupan a los padres, niños desmotivados que no quieren estudiar y suspenden.
Cada vez son más los niños que no quieren ir a la escuela porque se aburren e incluso llegan a casa sin los libros y de esta forma no pueden hacer deberes o lo que es peor ¡¡Estudiar para el examen del día siguiente!!
Bien...mamis y papis, la solución no es fácil pro si clara:
"Quiereme cuando más lo merezca porque será cuando más lo necesite"
Por supuesto que todos los padres y madres quieren a sus hijos. Entonces, ¿A qué me refiero cuando digo querer?
Lo que quiero decir es que en estos momentos hay que escucharles. Cuando un niño empieza a "olvidarse de los libros", no apuntar las tareas para el día siguiente, a no querer ir al colegio ... esta claro que algo falla. Algo dentro de él no va bien.
¿Pero qué puede ser?
Lo más común es una falta de motivación. Y muchos diréis... "¿Motivación? Ójala pudiese volver yo al colegio..." ¡Exacto! Eso es lo que decis vosotros, pero vosotros no sois ellos y la realidad es que para ellos el colegio y los deberes es lo más duro y aburrido del mundo. Y así debe continuar siendo (por favor, tienen que seguir siendo niños!)
¿Cómo motivamos a un niño?
Yo utilizo una técnica muy divertida que les hará reflexionar. Yo la llamo "La casa de tus sueños."
Empiezo preguntándoles "Imagina (y dibuja si quietes) cómo sería la casa de tus sueños. Puedes imaginar todo aquello que te gustaría tener.
Dejales que añadan, incluso si quieres puedes provocarles y todo. "¿Y no querrías una piscina?" Yo he tenido niños que me han dibujado un aeropuerto y todo en la casa!!
Tras la descripción de la vivienda podéis empezar a analizar todo lo que costaría cada elemento. ¿Cuánto cuesta esta sala de cine qué quieres? ¿Y la piscina? ¿Y la consola? ¿Y la luz? ¿Y el agua?. Al lado de cada elemento escribir la cifra que hayáis estimado y cuando acabéis hacer la suma.
Con esta dinámica los niños aprenden a darle valor a las cosas y aprenden que para conseguir algo tienen que esfrozarse.
Empatiza con ellos y explicales que entiendes que a veces se cansen de estudiar o de ir al colegio pero que es importante para el futuro.
¡¡OJO!! Esta técnica no serviría para un niño con dificultades de aprendizaje porque entonces podemos frustrarles más.
Otra de las razones podría ser que el niño tenga preocupaciones que no diga. En este caso convendría hablar con ellos.
Una de mis actividades favoritas y que yo siempre recomiendo a los padres con los que trabajo es hacer un "Diario Emocional"
Consiste en elegir, al final del día, los tres mejores y los tres peores momentos del día. Los buenos momentos hay que reforzarlos para que continuén. Los malos no hay que juzgar ni reñir sino intentar dar una solución y restar culpabilidad al niño.
Por ejemplo:
Niño: "Cuando mi profesor me ha castigado por hablar en clase."
Padre/Madre: Lo importante es que te has dado cuenta que esto te hace sentir mal. ¿Cómo crees que podrías aliviar este sentimiento? Podrías pedirle perdón al profesor, etc.
Es una actividad muy útil no solo para ayudar al niño a sacar sus preocupaciones y evitar que se magnifiquen dentro de sí mismo, sino que además favorece el vínculo entre padres e hijos.
En caso de que el problema continue sería conveniente consultar con un especialista que pueda orientar a los padres.