top of page

POSTS RECIENTES 

FOLLOW ME:

  • Facebook Clean Grey

El sueño infantil

  • Carmen Esteban
  • 21 feb 2015
  • 3 Min. de lectura

El sueño infantil cumple una función muy importante a nivel regulativo y reparador en los más pequeños. Son muchos los casos que llegan a la consulta del pediatra con padres angustiados y con ojeras porque su hijo no duerme. Es importante conocer algunas de las pautas que ayudarán a conseguir que el sueño de tu hijo se convierta en un hábito y deje de ser, por fin, la excepción.

sueño-infantil.jpg

El sueño tiene distintas etapas y fases durante los ciclos de sueño. Cuando hacen la transición de una etapa a otra el bebé experimenta un estado de semialerta. En estos momentos es cuando el bebé está propenso a despertarse. Cuando esto ocurra, es importante no estimularle. Minutos después veremos como el niño entrará en la fase más profunda completando su descanso nocturno. Es muy importante respetar esos intervalos sin interrumpirlos para que se conviertan en una costumbre

Uno de los mitos más populares que se escuchan en las conversaciones de los parques es que cuanto más cansado está el niño mejor dormirá. Esto es falso, porque cuando los niños se cansan demasiado están más inquietos y les cuesta más, no solo entrar en el sueño sino también mantenerlo.

Las rutinas es algo muy sencillo de decir pero muy difícil de aplicar. Son muchos los padres que tienen jornadas laborales infinitas y muchas de ellas con imprevistos de última hora que hacen que se alarguen todavía más. Cuando llegan a casa muchos de ellos quieren aprovechar y estar un rato con sus hijos, jugar con ellos y preguntarles qué es lo que han aprendido en el cole (incluso muchas veces son los niños los que expresan el deseo de esperar a sus padres despierto.) Este es otro error. El sueño tiene un reloj biológico que necesita de una continuidad para que funcione correctamente. El ejemplo más sencillo para que podamos comprender esto último es recordar cómo nos afecta al día siguiente el cambio de hora.

Las rutinas no solo son importantes en el momento de dormir sino también antes. Ducharse, cenar y leer en cuento son actividades previas que anticipan al niño la actividad de dormir. De esta manera el cerebro manda una señal a nuestro organismo para que se vaya preparando para el sueño.

Mecer al niño ayuda a que el niño se relaje y por lo tanto se calme, pero no es positivo para el sueño. Según Weissbluth “Si el niño siempre duerme con alguna forma de movimiento (en el coche o en el carrito) es probable que no esté alcanzando la fase más profunda y restauradora del sueño debido al estímulo provocado por el movimiento.” Pero para aquellos padres que estén echándose las manos a la cabeza pensando cómo van a dormir a sus pequeños a partir de ahora, no os desesperéis, Weissbluth añade algo más, “Está bien que usemos el movimiento para tranquilizar a un niño que está irritable, pero una vez que se ha dormido, apaga el vibrador del columpio o estaciona el coche, el bebé dormirá un sueño de mejor calidad.”

El cambio de la cuna a la cama tiene que ser cuando el pequeño este preparado. Muchos son los libros que dicen que los dos años es la edad en la que los niños deben dormir en la cama y abandonar su querida cuna, pero como dice el dicho “cada maestrillo tiene su librillo” y es que nuestros pequeños maestros tienen sus propios ritmos evolutivos y hay que respetarlos.

Dormir con tu hijo seguro que es algo que te encanta, de hecho…¡¡ se han dado casos de niños que han pedido a sus padres que se vayan de su cama!! Es fundamental delimitar los espacios. Siempre hay excepciones, si tiene una pesadilla o está malito, son razones más que suficientes para dormir con él.

 
 
 

Comments


bottom of page