El sueño del bebé
El sueño infantil se refiere al período diurno o nocturno durante el cual los niños descansan. El sueño infantil cumple una función reguladora y reparadora en el organismo. Es esencial para el control de la energía y la temperatura corporal. El sueño ayuda a restaurar los procesos corporales, que se han dañado durante el día.
Si hablamos del sueño infantil, no podemos hacerlo sin hablar de alimentación y estimulación (observar el entorno y ratos de juego). Estas son las 3 necesidades básicas de cualquier bebé (y no tan bebé.) Sin pasar por alto, la necesidad de afecto y cariño que está presente desde antes de nacer.
Cuando hablo con los papás en consulta les hago imaginar tres barras, una para cada necesidad:
sueño, alimento y estimulación.
Los bebés funcionan saturando barras, es decir, cuando completan una necesitan la otra y así sucesivamente. Esto es lo que yo llamo "el equilibrio perfecto". Es por eso que cuando los bebés acaban de mamar o tomar el biberón tienen necesidad de dormir. El problema muchas veces viene dado cuando estas barras se interrumpen (por ejemplo querer dormir al bebé cuando aún tiene hambre) y entonces el bebé rompe el equilibrio: No se puede dormir porque tiene hambre y no puede comer porque está llorando.
Pero, ¿Cómo sabemos qué necesita nuestro bebé? Según los expertos, existe un patrón de necesidades en función de la etapa en la que se encuentre nuestro bebé, aunque no podemos olvidar que cada bebé es único y cada uno de ellos puede tener necesidades distintas.
*0-4 DÍAS
El sueño es la necesidad primordial durante los primeros días de vida. Durante el parto los bebés hacen un esfuerzo muy grande y necesitan dormir para recuperarse. Se pasan casi todo el día durmiendo y no es de extrañar que se le tenga que despertar para darle de comer.
*4 DÍAS-4/6 MESES
En esta etapa, la alimentación condiciona al sueño del niño. Cuando completan la barra de comer, entonces necesitan dormir. A veces es tan rápido, que a algunos papás ¡¡se les duermen antes de eructar!! En esta etapa, aún no tienen conciencia del día y la noche. Duermen todo el día y, como sus pequeños estómagos no retienen suficiente leche, se despiertan con frecuencia a comer; sin importar qué hora del día o de la noche sea.
El sueño de los bebés en esta etapa es un sueño que no sigue el patrón de sueño adulto. Pasan de la vigilia al sueño profundo y por ello no existe un patrón definido.
*4/6 MESES-10 MESES
A partir de esta etapa los bebés son más conscientes de las rutinas y por lo tanto generar un pequeño "ritual del sueño" ayuda a que los bebés asocien algo al momento de dormir; por ejemplo, ducha y dormir, cuento y dormir, canción y dormir.
Ya toman conciencia del día y la noche y las fases del sueño son muy similares a la de los adultos. por lo tanto es normal que el sueño durante la noche empiece a alargarse. Suelen hacer un ciclo largo (5 horas) y después los ciclos son más cortos (60-90 min.)
Durante estos meses la barra de la estimulación cobra mucha importancia, y muchos bebés necesitan que se les hable, o estar con sus juguetes después de comer para después poder dormir. Para ayudar al ritmo biológico del bebé mi recomendación es hacer el momento de la siesta con luz natural y el momento de la noche acostarles sin luz; de esta forma no solo ayudamos al bebé a que aprenda a diferenciar el día de la noche, sino que contribuimos a una correcta segregación de la melatonina.
* A PARTIR DE LOS 10 MESES
El sueño sigue siendo una necesidad importante, pero los niños a esta edad empiezan a desplazarse (gateo, caminar, arrastrarse) y esto provoca un aumento en la barra de estimulación. Son cada vez más conscientes de su entorno; por lo tanto, las distracciones pueden perturbarlos a la hora de ir a dormir. Además, su creciente imaginación puede comenzar a interrumpir su sueño. Ahora, más que nunca, lo mejor que pueden hacer los padres para llevar al niño cómodamente a la cama es establecer una rutina simple pero sistemática para la hora de dormir.
Como en cualquier etapa de la vida, existen "elementos intrusivos" que dificultan el equilibrio y armonia de la crianza.
- Inadecuadas condiciones: temperatura, luz, lugar donde duerme.
- Enfermedades del bebé
- Hospitalizaciones largas
- Cólicos y gases
- Intolerancia o alergias a la leche
- Salida de los dientes
- Estado emocional de los padres